Dicen que una buena retirada a tiempo es mejor que seguir haciendo el ridículo. Eso mismo es lo que ha debido pensar el actor Jackie Chan al anunciar que se retira del cine de acción después de décadas llevando su cuerpo al límite.
El actor chino Jackie Chan ha dicho hasta aquí hemos llegado de patadas, palizas, heridas y violencia de todo tipo. Es hora de pasar a la acción pero a una acción completamente diferente, una acción más relajada.
Y es que el actor ya no está para dar muchas patadas. A sus 58 años pone punto y final a cientos y cientos de patadas y saltos en cada película de acción. Y qué mejor manera de decir adiós a la acción que en su película número 100 titulada "Chinese Zodiac" presentada en el Festival de Cannes. Cinta que ha escrito, dirigido y protagonizado.
"Esta es mi última película de acción, no soy joven, estoy muy cansado. Me gusta la acción pero no la violencia, y el mundo es muy violento ahora mismo". De esta manera, Jackie daba un punto filosófico a su último momento como actor de películas de acción. "Dicen, no, todavía eres joven, todavía puedes hacerlo. Pero algún día tendré que parar."
Aún así, el actor no quiere poner fin a su carrera como actor, y le gustaría poder hacer papeles interpretativos más serios y dejarse ya de hacer papeles más cómicos como lo ha hecho últimamente. "Quiero que la gente sepa que no solo peleo, también sé actuar. Y así, día tras día, año tras año, me decía: "Bien, voy a mostrarle al público al verdadero Jackie Chan".
Además, no solamente quiere ser un actor que interprete papeles más serios, no, sinó que, además, quiere ser como uno de los grandes del cine, nada menos que Robert de Niro. "En los últimos diez años he hecho varias películas, pero quiero ser el Robert De Niro asiático, no ser una estrella de acción. Quiero ser un verdadero actor, estoy cansado de mi imagen".
A partir de ahora se le va a ver en más películas haciendo lo que debía haber hecho muchas veces, interpretar y dedicarse de lleno a ello. No hay que olvidar que Jackie Chan lleva desde comienzos de los años setenta dando patadas a diestro y siniestro, comenzando su carrera cinematográfica junto a su ídolo, Bruce Lee. Ya es hora de tomar un descanso definitivo.
De esta manera tan inteligente deja paso a las nuevas generaciones y se aparta de querer romperse, una vez más, algún hueso aunque, según ha comentado, ya se los ha roto todos y el momento en el que más sufrió fue cuando se cayó de un árbol y se fracturó el cráneo. No quiere convertirse en un Silvester Stallone o un Arnold Schwarzenegger que, en la actualidad, aún siguen rodando películas de acción cuando ni su físico ni su mentalidad están para hacerlo.
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