El artista británico Liam Gallagher ha vuelto a demostrar que no sabe comportarse en un ningún sitio donde vaya. Esta vez en el partido de fútbol que Champions que jugaron el Manchestar City, su equipo, y el Real Madrid. Su educación muy lejos de valorarla como correcta.
Casi siempre el deporte y la música van cogidos de la mano como buenos hermanos, muchos cantantes tienen una pasión que es jugar al fútbol y, a veces, algún futbolista acaba convirtiéndose en improvisado cantante. En este caso música y deporte han quedado absolutamente avergonzados por el comportamiento de alguien que canta, o dice que canta, y que además es forofo del fútbol
El excomponente del grupo Oasis y ahora miembro del grupo Beady Eye, Liam Gallagher, tiene una pasión realmente descontrolada y es ser un aficionado nato del fútbol y más concretamente fan absoluto del Manchester City como así lo demostró ayer noche en el partido que se jugó en el estadio Santiago Bernabéu, en Madrid, en la inauguración de la Champion League.
Llegó al estadio como un angelito que no había roto un plato en su vida, se sentó en su asiento y comenzó a ver el partido como si no ocurriera nada, pero ocurrió.
En el momento que el Manchester City marcó el primero gol, un aparentemente tranquilo Liam Gallagher comenzó a saltar como un loco en el asiento y empezó a celebrar el gol de forma exageradamente eufórica para el resto de público que estaba viendo el partido.
Pero la locura de Liam no tuvo fin. Creyéndose que allá donde va puede comportarse como un chimpancé en la selva, además de alegrarse por el gol de su equipo "de su vida", Gallagher comenzó a correr las escaleras de la zona del estadio donde se encontraba, arriba y abajo como si le poseyera un demonio. Fue tanta su desfachatez que se acercó a una agente de seguridad y la besó.
Le perdonaron el gesto que tuvo con esa agente pero a pocos minutos de que acabara el partido, la seguridad del estadio no aguantó más las groserías del cantante y lo "invitaron" a salir del estadio antes de que finalizara el encuentro.
Su forma indecente, algo muy habitual en el cantante, provocó que mientras era expulsado, los allí presentes comenzaran a gritarle y abuchearlo.
Una vez más Liam Gallagher ha sabido ofrecer un mejor show fuera del escenario que tocando con su banda en un concierto. Para muestra, un botón.
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