El actor Daniel Radcliffe, archiconocido por haber protagonizado todas
la saga de películas de J. K. Rowling del aprendiz de brujo Harry
Potter, está de gira promocionando la que es su madurez cinematográfica
con la película "La mujer de negro" y demostrando a todo el público que su etapa con el gorrito y la varita mágica han llegado a su fin.
Y como de una especie de érase una vez, Daniel comienza diciendo "Es sólo el primer paso"
dando a entender que le queda un largo camino por delante para abrirse
camino como actor de diferentes películas y de diferentes roles
interpretativos.
"Nunca
pensé que iba a hacer un solo papel en diez años, pero tengo que
acostumbrar al público a que se haga a la idea de que me va a ver en
otro tipo de películas y piense que no hay más 'Harry Potter'".
Aunque será reconocido por este papel durante toda la vida, cosa que
ocurre muy a menudo con algunos actores que los acaban encasillando en
sus papeles eternamente, el actor entierra en un sentido simbólico al
personaje que le ha dado la fama y el comienzo de su carrera
cinematográfica.
Pero
gracias a este personaje y a la experiencia que ha ido adquiriendo a lo
largo de los años, Daniel Radcliffe ha podido permitirse el lujo de
poder empezar a elegir a sus personajes: "Leí dos o tres guiones,
pero cuando vi este sabía que lo haría, me ganó que daba mucho miedo y
que nunca pensé que disfrutaría de una película de terror", explica. "Es
una película para quien le haya gustado 'Los otros' o 'El orfanato', es
para ver con amigos con los que te puedas reír mientras te asustas.".
Haciendo un breve resúmen de lo que es "La mujer de negro", Daniel comenta: "Habla
de temas que están desde hace siete millones de años dentro de
nosotros: el temor a los ruidos que no sabemos de dónde vienen, a la
oscuridad, temores animales. Es muy refrescante para los jóvenes que
están acostumbrados a tanta sangre".
Para los que tengan la curiosidad de saber algo más de la película decir que "La mujer de negro"
cuenta la historia de un joven abogado que tiene que vender una antigüa
casa en un pequeño pueblo de la campiña inglesa. Sin embargo, y además
del insignificante inconveniente de que esta casa queda totalmente
aislada cuando sube la marea, desde la llegada al propio pueblo ya
comienza a entreverse el ambiente de desconfianza y de misterio con el
extraño comportamiento de los pocos habitantes que viven en el lugar.
Hasta el ambiente en el que viven es oscuro y tenebroso, con un
constante cielo nublado.
Una
película a tener en cuenta pero sin esperar que la pantalla se llene de
sangre ya que no se va a derramar ni siquiera una gota. Va a ser una
película llena de sobresaltos que puede llegar a hacer las delicias de
los espectadores siempre y cuando se metan dentro del ambiente de la
película.
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