El 25 de junio de 2009, el cantante Michael Jackson fallecía como consecuencia de una parada cardiorespiratoria. El mundo entero quedó paralizado. La incredulidad de sus fans era visible en todos los lugares del mundo. Moría el Rey del Pop, nacía la leyenda.
Parece mentira que hayan pasado cuatro años desde la muerte de Michael Jackson. Cuatro años en los que su música no ha dejado de escucharse en radio, televisión, en millones de aparatos del mp3 y en millones de discos de vinilo y CD's de los que aún tenemos por casa. Porque Jacko ya no está físicamente, pero su voz continúa más viva que nunca entre sus fans.
Muchos se ha hablado del artista de Indiana. Muchas lineas han rellenado miles de páginas de revistas de música y, por desgracia, los últimos años de su vida, muchas de ellas en la sección de juicios y sucesos en los más importantes periódicos de todo el mundo, como consecuencia de las noticias negativas hacia su persona.
Michael Jackson creó, con ayuda de los mejores directores de cine, horas y horas de videoclips, auténticos cortometrajes a los que les hubieran podido dar perfectamente un Óscar en las diferentes categorías del premio. En donde disfrutamos viéndolo bailar a cada paso que daba, en cada gesto que hacía, en cada mirada; y escuchando cada una de sus canciones, a cual con más éxito. Auténticos himnos que han conseguido convertirse en verdaderas melodías imborrables en el tiempo.
Dificil es olvidar canciones como "We Are The World", en donde por primera vez vimos a un elenco de artistas norteamericanos reunidos en la lucha contra la pobreza en África. "Heal the World", en el que el homenaje a todos los niños por un mundo y un futuro mejor, era palpable en cada nota de la canción. "Earth Song", una canción en defensa de nuestra Tierra, en contra de las adversidades provocadas por el hombre, muertes, destrucción y guerras. Buscando la sensibilidad del ser humano por disfrutar del planeta que nos acoge. "Black or White", un canto a la libertad y la unión de la raza blanca y la raza negra; y, en general, con todas las personas de la Tierra. Y un sinfín de canciones que todos los fans de Michael Jackson tendrán en su memoria.
Excelente bailarín, cantante y artista que nos deleitaba en sus conciertos llenos hasta no caber un alfiler. En el que veíamos increibles performances, ir y venir de bailarines, músicos, efectos especiales y fuegos artificiales; todo sincronizado para cada una de las canciones del repertorio musical. Artistas invitados y un Rey del Pop que con su sola presencia llenaba todo el escenario. No bastaba una palabra, no hacía falta comenzar a cantar, solo con su figura perfilada en una sombra o ante un haz de luces a discreción, provocaba la histeria colectiva entre la multitud que se encontraba en el concierto.
Michael Jackson, artista y persona. Cantante y ser humano, exigencia y, a la vez, todo corazón con los más necesitados. Aunque hayan intentando enturbiar su imágen altruísta hacia los demás y, sobre todo, hacia los niños. Intentando darles una infancia mejor, un momento en sus vidas que él no pudo tener ni disfrutar por la estricta educación que tuvo de su padre. Una persona que no sabía decir que no a nada que tuviera que ver con ayudar a alguien o colaborar en algún proyecto solidario.
Michael Jackson, por y para siempre, Rey del Pop.
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